El Gobierno encarga a Ineco el diseño de la galería de reconocimiento para el histórico túnel submarino entre España y Marruecos

El Gobierno encarga a Ineco el diseño de la galería de reconocimiento para el histórico túnel submarino entre España y Marruecos
La ingeniería pública española Ineco ha sido comisionada por el Ejecutivo para elaborar el diseño de la galería de reconocimiento del proyecto de túnel que unirá España y Marruecos bajo el Estrecho de Gibraltar, tras un estudio de viabilidad que confirma que la obra es técnicamente posible. Se trata de un paso decisivo hacia la materialización de una infraestructura de gran complejidad geológica y estratégica.

El Gobierno de España ha dado un impulso importante al proyecto de túnel ferroviario entre España y Marruecos al encargar a Ineco, la ingeniería pública dependiente del Ministerio de Transporte, el diseño de la galería de reconocimiento —un túnel exploratorio preliminar— necesario para evaluar con detalle las condiciones del terreno y validar los riesgos técnicos. Este encargo, realizado por SECEGSA (Sociedad Española de Estudios para la Comunicación Fija a través del Estrecho de Gibraltar), asciende a 961.939 euros y está financiado con fondos del Plan de Recuperación Europeo, con un plazo de entrega fijado para agosto de 2026.

Este encargo llega después de que la empresa alemana Herrenknecht presentara un estudio de viabilidad en el que se concluye que, si bien el túnel es extremadamente complejo, su construcción es técnicamente viable con la tecnología actual. Según los datos del informe, el proyecto contemplaría un trayecto de aproximadamente 65 kilómetros, con cerca de 28 kilómetros bajo el lecho marino y tramos que alcanzarían profundidades de hasta 475 metros bajo el nivel del mar.

La galería de reconocimiento que diseñará Ineco tendrá como misión explorar y certificar las condiciones geológicas más críticas, especialmente en el umbral de Camarinal (Camarinal Threshold), una zona conocida por su geología adversa y por ser uno de los principales retos para el túnel. Además de la galería, el contrato incluye la revisión y actualización de estudios previos, la definición de la traza definitiva, los análisis geotécnicos, la seguridad, y el diseño de terminales y otras instalaciones asociadas.

Desde el punto de vista técnico, la previsión es que la infraestructura final adopte un esquema de doble tubo ferroviario, lo que permitiría separar carriles de tráfico para pasajeros y mercancías, y garantizar redundancia y seguridad. También se deberán incorporar sistemas de seguridad sofisticados para hacer frente a la enorme presión hidrostática y a las posibles tensiones geológicas, así como medidas para mitigar riesgos sísmicos, dado que ya se han iniciado estudios de sismicidad y del lecho marino apoyados por el United States Geological Survey.

El origen del proyecto se remonta décadas atrás. La idea del túnel ha sido recurrente desde el siglo XIX y ha sido objeto de varios estudios previos, entre ellos uno de 2007 en el que participaron empresas españolas, suizas, italianas y marroquíes. El reciente avance refleja una recuperación de impulso político: el estudio alemán se entregó al gobierno español en junio, y las autoridades de ambos países se han comprometido a tomar una decisión definitiva para 2027 sobre la licitación del túnel exploratorio.

Coste estimado y desafíos técnicos

El coste estimado para la porción española del proyecto ronda los 8.500 millones de euros, según fuentes recientes, lo que pone de manifiesto su magnitud financiera. Además, el Ministerio de Transporte ha encargado a Ineco no solo este diseño técnico, sino también un modelo de rentabilidad para el corredor: se estudian fórmulas de concesión similares a las empleadas en el Eurotúnel o líneas ferroviarias de alta velocidad internacionales, analizando demanda de pasajeros, transporte de mercancías, ubicación de terminales (se barajan Algeciras o Tarifa) y fuentes de ingresos adicionales como servicios logísticos, interconexión energética o fibra óptica.

No obstante, los retos son enormes. La complejidad geológica en el Camarinal Threshold, la gestión de corrientes marinas poderosas, la profundidad del túnel, la seguridad estructural y sísmica, así como la financiación y la coordinación bilateral entre España y Marruecos, constituyen barreras significativas. Aun así, si tiene éxito, la obra podría transformar la conectividad geopolítica entre Europa y África, facilitar el comercio, el transporte ferroviario y la integración logística, y convertirse en un símbolo de cooperación y desarrollo tecnológico, uniendo continentes por vía férrea tras décadas de aspiraciones.

Este encargo a Ineco representa un paso técnico concreto muy relevante: no es solo un estudio más, sino la cimentación de la que podría ser la etapa exploratoria decisiva para un túnel que ha quedado en las mesas de planificación durante generaciones, y cuyo éxito dependerá en buena parte de la precisión en el diseño y la viabilidad realista de su ejecución.

Redacción

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